la ciudad ya empezó a vestirse de fiesta y aparecieron "i mercatini di natale", con todo tipo de productos.
aquí van los más ricos:
i formaggi:
i salumi:
y lo que más me gustó a mí: le castagne arrosto.
unos alpinos cocinaban las castañas en un aparato de lo más exótico, usando como fuego, madera de pallets. la cocción era toda una ceremonia:
el secreto, una ramita de laurel. a ver si la alcanzan a ver en esta foto:
los dejo con el sabor de las castañas, y me guardo los dulces para otro día...
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