miércoles, 28 de septiembre de 2011

cosmos

margarita's

no puedo dejar de compartir esta felicidad: hoy floreció mi primer cosmos!!!

hace tiempo que hago almácigos. para la huerta. son años de plantar y plantar, para después cosechar algunas hojas de rúcula, buena albahaca, algún tomate. y no mucho más.
pero tanta experiencia, o tanta perseverancia, finalmente van dando su fruto. así es como mi huerta empezó a crecer tanto que tuve que planificar mejor qué almácigos hacía. porque verduras ya no me cabían más. y los almácigos cada vez resultaban mejor. entonces tomé la lindísima decisión de empezar a plantar flores (además de las verduras).

el año pasado había plantado copetes, que en cuanto a color mucho no me gustan, pero en cuanto a nobleza, los tengo que super respetar. y también unas margaritas, que resultaron una lágrima, que por casualidad no levanté y dejé en un cantero, y que ahora es una mata gigante, aunque flores todavía no piensan asomar.

y como en el verano había descubierto los cosmos, me lancé a probar. es una flor que no conocía, y que la descubrí en el jardín de una amiga. me pareció tan linda!! me parece que también la hacía tan linda el corazón de la jardinera que la cultivaba. esas cosas se irradian y contagian. y así fue como llegué a este primer paso: el almácigo de cosmos.

plantar es una cuestión de fe. porque ponés una semilla en la tierra y no se ve nada. la regás (con más fe todavía) y esperás. cuánto? ni un día, ni dos, ni tres... sino unos cuantos más. hasta que por fin, una mañana, vemos nacer los resultados. y les aseguro que esta visión nos embarga el corazón:

y aunque aquí ya algo vemos, no podemos aflojar sino todo lo contrario. viene una etapa de cuidados delicados, porque estas recién nacidas no se pueden regar con la manguera. ni siquiera con una jarra de boca ancha. hay que regarlas con dedicado cuidado para que sus incipientes tallos no se caigan con el golpe del agua. por ejemplo, yo descubrí que la pava para el mate es la mejor regadera de almácigos, porque tiene el pico bien finito.

con la constancia, al cabo de unas semanas tendremos algo parecido a esto:


y ahí le damos y le damos. agua y sol. (aquí ojo! que algunas plantas son de sombra!).
hasta que un día, inesperadamente, vemos un botoncito. entonces re-doblamos nuestro deseo de que florezca, porque ya sentimos la floración bien cerquita.
y así, de repente, cuando ya nos habíamos olvidado y estábamos distraídos, nuestros ojos la descubren. como me pasó a mí esta mañana. y es tanta la alegría, que es para compartir. como la de mi cosmos. mi primer cosmos:


No hay comentarios:

Publicar un comentario